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Rosario: finalmente Yuli y Santi superaron la endometriosis y ¡quedaron embarazados!

Buscaban tener un bebé, pero como ella sufre de endometriosis, necesitaban una jugosa suma en dólares para poder desarrollar el tratamiento. Realizaron una espectacular campaña solidaria en redes para juntar los fondos y el resultado fue “soñado”. Ahora sí pueden contar su historia (con final feliz).

“Tenemos una felicidad tan grande que necesitamos compartirla más que guardárnosla. No lo podemos creer. Cuesta caer. Estamos muy embarazados”, así contaron María Giuliana Volpe, más conocida como “Yuli”, y Santiago Brachetta, que pudieron realizar con éxito el tratamiento de fertilidad, superando el obstáculo de sus vidas: endometriosis.

Se trata de una enfermedad que no tiene cura, pero sí tratamiento. Además de generar mucho malestar y dolor en quien la padece, no permite que se lleve adelante un embarazo de forma natural, por lo tanto, para lograr la gestación se debe acudir a métodos alternativos como la fertilización asistida, que conlleva una serie de procedimientos muy costosos.

Ambos, de la ciudad de Rosario, buscaban tener un bebé, pero como ella sufre de endometriosis, necesitaban una jugosa suma en dólares para poder desarrollar el tratamiento de fertilidad. Tras lanzarse de lleno a realizar una campaña solidaria en redes sociales, lograron juntar el dinero necesario para comenzarlo y finalizarlo con la reciente noticia de que “funcionó y estamos embarazados”, expresó a este medio con inmensa alegría Yuli.

Para que ella pudiera quedar embarazada necesitaba hacerse varios estudios y un tratamiento que superaba las cuatro cifras en dólares. Después de contar su historia en redes sociales y publicar su CBU, comenzaron a recibir propuestas de rifas, cenas shows y aportes anónimos a su cuenta bancaria, logrando alcanzar en tan solo dos meses los fondos necesarios para avanzar con el procedimiento y lograr culminarlo.

“Nos analizaron los embriones, me realizaron la biopsia del útero –un mes antes de la transferencia que fue el 22 de marzo- y a las semanas (cayó un viernes) como nunca, inesperadamente, llegó el resultado. Y tenía que dar de cinco para arriba para saber que funcionó y nos dio 403”, explicó Yuli sobre cómo fue la etapa final del tratamiento.

“La alegría nos la tuvimos que guardar, porque teníamos que esperar 72 horas para repetir el procedimiento y ahí tenía que duplicarse el resultado. Increíblemente nos arrojó mil y pico, es decir, que se nos cuadriplicó el resultado y ahí ya sí nos confirmaron que estábamos muy embarazados”, festejó.

“Después tuvimos que esperar la primera ecografía a las seis semanas, para verificar que el embarazo se estaba gestando en el útero y que el embrión estaba creciendo dentro y salió todo perfecto. Ahora ya superamos la semana número doce y lo podemos gritar a los cuatro vientos. Estamos muy felices”, contó Yuli con una alegría inexplicable.

Resulta que la enfermedad de Yuli (endometriosis) afecta a una de cada diez mujeres en edad reproductiva. Es por eso que mediante la campaña que lanzaron en noviembre del año pasado tuvieron un alcance extraordinario y un impacto “sorprendente” e “inesperado”.

No solamente muchas personas se volcaron de forma desinteresada a proponerles hacer diversos eventos o emprendimientos para juntar plata para su tratamiento, sino que lograron visibilizar esta enfermedad y generar empatía con cientos de personas que atraviesan por la misma situación.

Decenas de parejas se apoyaron en ellos para contarles sus historias y para demostrarles su apoyo en la campaña. Durante los últimos meses, las actividades solidarias, las rifas y las donaciones anónimas no pararon. Ellos tampoco.

La lucha

La pareja, que durante más de un año intentaba tener un bebé y no podía, llevó adelante tres tratamientos de fertilidad de alta complejidad, pero ninguno funcionó. Ante este escenario, les sugirieron analizar los embriones de ambos por separado y ver si encontraban el problema en alguno en particular. También, les pidieron que ella se realice una biopsia en el cuello del útero para ubicar si el problema está, justamente, en su útero o en los embriones.

“Lamentablemente no se puede creer que estas cosas salgan en dólares viviendo en Argentina cuando nadie gana en dólares, Pero, por un lado, congelar los embriones cuesta 100 dólares cada uno, más 3.650 dólares analizarlos, más un traslado de 660 dólares y la biopsia del útero que tiene un costo de 2.150 dólares”, relató la pareja apenas inició la campaña.

La suma en pesos es millonaria y era imposible de costear para ellos. Por eso, ambos pensaron en sacar un crédito, pero no encontraron uno al que pudieran acceder por esa suma. Tampoco contaban con personas allegadas que les pudieran prestar el dinero para devolverlo en cuotas. Se encontraron con una barrera que parecía imposible de sortear, hasta que le contaron la encrucijada en la que se encontraban a la hermana de “Yuli” y todo cambió.

Ella les aconsejó que publicaran su historia en las redes sociales (Instagram, Facebook, etc.) y que la compartieran con todas las personas. Así, podrían dar a conocer la enfermedad y lanzar una campaña solidaria en la que pudieran colaborar económicamente con la causa.

“Yuli” admitió que “le daba cosa” que se hiciera tan público “lo nuestro”. Que personas conocidas y desconocidas supieran algo tan íntimo como lo del tratamiento, “no fue una decisión sencilla”, pero finalmente “lo hicimos”.

A las horas de realizar el posteo, empezaron a ver el movimiento que generaba la publicación y la respuesta de los usuarios fue contundente. “No lo podíamos creer, la cantidad de parejas que atraviesan por lo mismo, ¡me sorprende lo que no se sabe de la enfermedad! Hasta me mandan sus estudios médicos (y obvio que les recomiendo que vayan a un especialista para que les puedan hacer los estudios necesarios)”, contó la joven rosarina.

“La verdad es que el apoyo y la solidaridad que estamos encontrando es algo impresionante. Nos llegan mensajes de personas conocidas como de gente que no tenemos ni idea quiénes son. Hay parejas que nos cuentan sus historias o la de algún familiar. Nos agradecen que hablemos de este tipo de cosas: del tratamiento de fertilidad o de endometriosis. La verdad es que dentro de lo malo que es todo esto, está pasando algo impensado”.

La campaña en redes anduvo muy bien, según comenta “Yuli”. La pareja recibió muchas donaciones. Les ofrecieron realizar bingos para recaudar fondos. También los invitaron a hacer chopeadas, les regalaron camisetas para armar rifas. “Estamos muy sorprendidos y no podemos pedir más”, cerró.

Una de cada diez

La médica ginecóloga especialista en medicina reproductiva y cirugía endoscópica, Leticia Solari, (Mat.14033), precisó a Mirador: “Llamamos endometriosis a las células del endometrio, que es la capa que cubre el interior del útero. Estas células se presentan fuera de su lugar normal. Lo más frecuente es que estén distribuidas en la pelvis, sobre la superficie del útero, en los ovarios formando unos quistes muy particulares, en toda la superficie del peritoneo o en cualquier otra localización”.

“De acuerdo a la localización y a la gravedad que tengan esas lesiones, va a ser la sintomatología. La mayoría de las veces y lo más frecuente va a ser el dolor pelviano, dolor con las relaciones, dolor con la menstruación, distensión abdominal, el sangrado más importante y, también, según la localización, puede haber síntomas urinarios o digestivos”.

“El diagnóstico preciso y el tratamiento inicial recomendado es la videolaparoscopía. Así se obtiene el diagnóstico justo, se destruyen las lesiones de endometriosis o se las saca, se repara si hay adherencia -porque es una enfermedad que va pegando los órganos-, si hay quistes en los ovarios, se los saca o cualquier otra lesión que uno encuentre”.

“Como es una enfermedad que se encuentra en la edad reproductiva de la mujer, todos los tratamientos médicos son para evitar que la enfermedad progrese, porque tiene esta característica que habitualmente en la mayoría de los casos, es una enfermedad crónica, progresiva y evolutiva.

Entonces, utilizando medicación hormonal que contrarreste las hormonas naturales de la mujer podemos ayudar a que la enfermedad no evolucione. Las más comunes son las anticonceptivas especiales, con un tipo de progesterona que produce la atrofia de esas lesiones de endometriosis. También hay otras medicaciones hormonales mucho más específicas para cada caso”, agregó la Dra. Solari.

“No se sabe con exactitud la procedencia, porque es una enfermedad muy heterogénea en su sintomatología. Pero se calcula que una de cada diez mujeres en edad reproductiva la tiene. Uno la puede diagnosticar desde que empieza a menstruar hasta que entra en la menopausia. Luego, como es una enfermedad hormonodependiente se autolimita. Lo mismo sucede durante los embarazos. Las mujeres están sin dolor por efecto de las hormonas del embarazo que la mantienen sin evolución”, concluyó la especialista.

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